martes, 1 de enero de 2013

No te necesito para amarte.

Soy de esos que se enamora de las mujeres sin tan siquiera conocerlas, ¿será que el corazón está demasiado apresurado? ¿Será que no tiene más tiempo para "no amar"? ¿Será que estamos condenados a amar continuamente? ¿Amar aunque no nos amen? 

Siempre he pensado que el verdadero amor no debe necesitar una retribución, un "te amo" de vuelta. El verdadero amor, el desinteresado, debe ser gratificante por el solo hecho de sentirlo, se debe poder vivir del amor que se da y no pedir nada a cambio. Si se necesitara de algo a cambio, no sería entonces amor lo que sentimos, sería como un intercambio de mercancías, de inseguridades, de egos.

¿Y qué si te digo que te amo y no espero tu amor a cambio? ¿Y qué si te digo que con amarte me basta? ¿Y qué si te digo que no necesito conocerte para amarte? ¿Y qué si todo esto que escribo es una forma de decirte que te amo a escondidas desde hace días?

Este no es de esos amores dignos de obras literarias, este no es suficiente para escribir muchas páginas, quizá dos buenos párrafos, si lo estiramos bastante.

Este es un amor de esos que nunca serán contados, de esos que no recordaremos en unas semanas, de esos que nadie se entera, es un amor mío, y con eso me basta.

No te necesito para amarte...


No hay comentarios:

Publicar un comentario